Polvo de estrellas y materia de los sueños

Somos las únicas criaturas de la tierra en grado de cambiar nuestra biología por los sentimientos y las sensaciones.

Cada pensamiento o emoción van acompañados de un elemento químico que llega a nuestras células modificándolas.

Así, los estados de aflicción mental se convierten en bioquímicos que crean la enfermedad.

El efecto placebo demuestra que el cuerpo es capaz de producir cualquier respuesta bioquímica, una vez que la mente recibe la sugerencia adecuada.

Pero con las mismas bases podemos afirmar que si la mente influye en todas las células del cuerpo, la idea que tenemos sobre la manera de envejecer y la intención, pueden cambiar nuestra manera de envejecer, acelerando, demorando, deteniendo y hasta revirtiendo el deterioro del cuerpo.

El tiempo es relativo, porque lo que consideramos "realidad" es lo visible, lo objetivo, la materia que se puede tocar y percibir con los sentidos, como si fuera algo externo... Pero hay una realidad intrínseca e invisible que une todo reduciendolo a energía: el microcosmo de nuestros cuerpos es el macrocosmos del Universo. El Universo está en nosotros, como polvo de estrellas y materia de los sueños. Un gran paquete dinámico de datos de una fuente atemporal.

El tiempo que existe es el que capta tu conciencia. Si consigues liberarte de las proyecciones del pasado y del futuro la experiencia será distinta, y el infinito estará en todas partes. el presente será tu atemporalidad, donde solo cuenta la perfección del momento.

Aprende a llevar tu conciencia a experiencia de un cuerpo sin edad y una mente sin tiempo.